De la guerra de Corea y el memorial

Visita a Itaewon el primer domingo, el día anterior no me fui al city tour por acudir a la embajada para el primer capítulo de un post que se viene luego sobre nuestro héroe y la embajada.

Itaewon es lo más parecido a la Yoni que te puedas encontrar en Corea, tiendas de ropa de marca y sobre todo muchos gringos pero muchos, ahí vi al primer afro ganador con una coreana de lo mejor que he visto hasta foto les saqué.

Ahora si les  dejo foto de Itaewon
Luego de llegar allá con algunos de los compañeros decidimos con el compa ecuatoriano irnos a conocer el memorial, imponente edificio todo un museo de guerra y es que por acá la cosa es densa entre las 2 Coreas, lo más foco es que nunca fueron 2 hasta el desenlace de la segunda guerra mundial.

Comparten el mismo idioma, aunque ya ha sufrido variaciones desde la separación, todo porque luego de la rendición del japón en la segunda guerra mundial, al quedar independientes del dominio japonés se encontraron bajo la tutela de los soviéticos en el norte y de los norteamericanos en el sur y así se formaron las dos Coreas y con ello vino la guerra donde se botaron más bombas que en toda Europa en la segunda guerra mundial, mucha destrucción y miseria afrontaron estos pueblos, me pareció super heavy visitar este museo.
Uno no avanza a comprender la imbecilidad de los seres humanos de "crear" máquinas para "destruir" y bueno si no fuera porque el levantarse de la guerra ha sido un elemento importante en la levantada del pueblo coreano me jodería más que haya un museo así.

Arriba la estatua de padre e hijo que se encontraron en el campo de batalla en la guerra de las coreas muchas familias se separaron, hasta hoy persevera el anhelo de que algun día se superen las barreras políticas y el pueblo coreano se vuelva a juntar.

Es un pueblo muy noble y su gente es amable ojalá se puedan superar las barreras del odio y de la guerra.

Día 2 El Sebas vs el kimchi

Día de Orientación
todavía con muchos estragos y un dolor de cabeza infernal del cual todavía no se si acabe de salir, presentaciones de los coreanos y almuercito con el verdadero jefe de Koica.

El coreano es un tipo traga años porque dice que tiene 49 y parece de 45 al menos, vamos al fancy restaurant y nos dice que vamos a probar comida coreana y aniñada por supuesto.

llegamos y subimos al 2do piso donde empezaría la verdadera aventura culinaria, el verdadero jefe coreano nos contó de las bondades de su comida, entre esas la de la piel lozana y el look juvenil.

Nos explico que los japoneses son tramposos que es huevadas hacer sus rollos de sushi, que la comida china es buenaza pero pesada y que la comida coreana es muy elaborada y nutritiva pero no pesa.

Luego de la charla técnica a comer se ha dicho, uno que es un hombre del pueblo ahí luchando con los palillos pa no quedar mal y bueno empezaron a llegar los platos.

El negocio de la comida coreana ha sido comer poquito de cada cosa, todo un art attack, pero bueno a ponerle el pecho a las balas y los cubiertos al kimchi. Platos más platos menos tocó echarse comida de todo tipo para muestra un pescado que se veía horrible y resultó tener un sabor agradable al fin.



Luego saldrían más y más platos hasta acabar un almuerzo que me dejó muchos sabores raros pero el más tenaz el del kimchi un encurtido que comen los coreanos desayuno almuerzo y merienda y que les da un olor particular sobre todo cuando están en gajo, como en el metro lleno y cuando se respira compañerismo.

ese fue mi primer encuentro con la comida coreana y me fue fresco digamos que empates, eso sí el jefazo de los coreanos un tipazo.

bitacora del capitán Día 1y30

Llovía en Quito a mi salida pero era "de día" y bueno siempre he dicho que un tipo que tiene tantod e Humprey Bogart en Casablanca no podría irse de otra manera, o entre la neblina o bajo las gotas de agua...

Trepado en la aeronave caigo en cuenta que es un avionazo y bueno 14 horas de vuelo hay que bancarse y me preparo para la aventura, en efecto llegan los otros dos compatriotas y vamos a ir sentaditos como ñañitos.

Hubo que darle la vuelta al ecuadorsito para llegar a guayaquil por la erupción del Tungu, bueno igual tanqueamos en GYE y volamos al otro lado del charco, largo viaje el que me esperaba, en el cambio llegó el amor verdadero hecho azafata, jesusito, al menos había terapia visual para tan largo viaje.

 Completito el centro de entretenimiento del avión me vi Real Steel y me escuché algunos discos alhajas, pero era casi imposible dormir, de hecho nos toco un asiento complicado ninguno de los 3 pudo dormir bien, hasta ahora tengo secuelas de par vuelos interminables, me duele la espalda baja mal.

La comida bien, lo malo la verguenza ajena, algunos compatriotas no bebían, chupaban armando escándalo en el vuelo, hasta se tomaron el asiento de la azafata en lugar de la jaba por poco.

Llegado a Schiphol con luz a eso de la 1 de la tarde me encontré en un aeropuertazo super aniñe con full tiendas de lo que sea hasta victoria secret elé.
Las europeas son inmensas como de dos pisos, grandotototas, los europeos también así que uno se sentía el verdadero patucho en el aeropuerto, me eche una pizza con medio litro de biela, algo había que comer.
De vuelta a la sala de embarque volvi a crecer, ya en este vuelo los zucos altoootes eran pocos y los coreanos son patuchos, me esperaban 10 horas más de vuelo pero bueno la fe estaba intacta, cuestión de meterle ganas y aguantar, por suerte en este vuelo ya nos tocaron mejores asientos y podíamos medio dormir.

La novedad del vuelo aparte de la info en coreano que se alternaba con la que estaba en inglés, fue el rato de la cena nos dieron menú coreano, incluye camarón semicrudo y pollo con salza de nuez picante, alhaja estuvo.

llegamos a seul con sol de nuevo solo que ahora eran las 10 y 30 de la mañana del jueves, al fin en Corea, pasamos los controles migratorios sin novedad, salvo la parte en la que andar en metro en Quito fue util para entrar en un tren sin tener de donde agarrarse, pose patineta y aguante amigo
El trayecto del aeropuerto al centro de entrenamiento fue mucho más fresco y yo seguía de día, sali a dar una vuelta en la tarde y a echar la primera cervecita del lugar, a planchar las camisas porque al día siguiente hay la foto oficial.

Todavía me duele la espalda mal y por acá amanece y ya es viernes.