Indignación literaria

Rabia! eso es lo que me ha provocado llegar al final del libro "el conquistador" de Federico Andahazi, escritor argentino contemporáneo, aquien tenía en muy alta estima, gracias a ese librazo que se llama el anatomista.


Sin embargo en la noche de hoy he sentido una indignación del hijuetanques, "gracias" al final y el desenlace de la novel "el conquistador" del señor Andahazi, la misma que empezó con una gran elocuencia y bellísimas descripciones de paisajes, batallas y situaciones, incluso jugando de una buena manera con las comparaciones de Dioses y forma de ser entre los mexicas, el pueblo de Quetza , el protagonista y los del "nuevo mundo" que Quetza conoció en su travesía, tierras de Europa a las que llegó el hábil navegante, salvado en dos ocasiones de ser sacrificado a Huizilopotchli.

Engancha la lectura, las hazañas de Quetza y sus guerreros para recuperar sus naves y a la chica en desgracia y compañera de viaje del comandante, la que le haría llegar a la tierra de Aztlan, llegan a Italia y todo belleza y empieza a diluirse el relato como si a Andahazi le hubiese dado pereza de escribir y empieza a páginas adelantadas a saltarse detalles y en un lapso de 20 minutos de lectura pasó por Grecia, Turquía, donde le regalan los verdaderos caballos, los países árabes, trepó camellos al barco, en la india le regalan una elefanta preñada y termina en lo que parece ser aztlan, pierde a su chica y regresa a tierras Mexicas para encallar en un peñasco, perder tooooooodas las evidencias del viaje, se reporta frente a un nuevo emperador que no tiene ni puta de idea de la expedición de Quetza, su padre ha fallecido, la que iba a ser su esposa casada y cin guaguas de su "mejor" amigo de la infancia. Por si fuera poco el único que sobrevivía de su pasado en tierras mexicas no era más ni nada menos que el hijueputa del sacerdote que le quiso meter cuchillo par veces y causante del exilio, que le pide una prueba del viaje y adivinen qué, Quetza no tiene nada, todo perdió en su llegada a casa.

Declarado loco, termina desterrado esperando la llegada de los hombres que conquistarán su tierra.

Mal trip el suyo señor Andahazi, ya bacán no siempre los buenitos van a ganar, que Quetza no pudo avisar y por eso los españoles se llevaron todo y de tales pero al menos pongale picante al cuento, en el anatomista el brother de Mateo Colón termina dando de comer a su propio cuervo pero por lo menos hasta volver donde Mona Sofía la historia nunca perdió un hilo conductor, ni se perdieron detalles como en el viaje de Quetza en el cual no documentó esto o lo otro, o podía haber escrito liiiibros comentando lo que conoció en la india.

No me había sentido tan indignado al finalizar un libro desde hace cerca de 11 años cuando siendo un niño devoré "El coronel no tiene quien le escriba" para leer un sonoro "Mierda!"