Tarde noche bielera inolvidable

No se ni cómo empezar este texto pero ayer caramelito se acabó de llevar mi corazón, en una tarde fría capitalina luego de una mañana provechosa donde hice todo lo que necesitaba hacer para sacar adelante mi tesis.

A medio día tuve a los años un almuerzo con los amigos y fue lindo saber por boca de los otros que uno ha crecido, que ahora donde hay negatividad puedo crear cosas positivas, que mi modo de vivir la vida está funcionando y se nota que me encuentro muy contento.

Curiosamente luego de despedirme de mis amigos me llamaste y fui a tu encuentro, te acompañé a leer el blog y partimos a la zona en busca de una clubcita verde antes de ir a casita, de repente nos olieron tus amigos y fuimos a pasar una tarde cervecera con ellos.

Al principio la idea no me hizo mucha gracia pero al final fue una tarde provechosa porque me ayudó a conocer más tu grupo y a tus amigos, la pasamos bien, a pesar de que a ratos las cosas se pusieron medio densas.

Me deslumbraste cuando te sacaste tu chompa y me dejaste ver que llevabas el atuendo lila que dió origen a que te bautizara como caramelito y me mataste el momento que le hablabas a tu pana y le decías que no pierda el tiempo atrás de alguien que no lo merece y definiste al amor de una forma tan linda cuando dijiste que "te va a llegar alguién que aunque sea de Liga te felicite de corazón cuando el Quito le gane, alguien que haga de un trayecto de vuelta a casa algo hermoso, alguien que te haga sentir cosas tan lindas a tal punto que llegues a temblar más que él en la tanda de penales de Liga siendo hincha del Quito."

También me dijiste las cosas que ya no escribes pero que las sientes y como decías en alguno de los textos no hace falta decirlas y estuve a un triz de que se me salga la cerveza por los ojos de la alegría de confirmar lo que ya sabía, que lo nuestro es mágicamente real y la historia del capitán y caramelito es muy linda y apenas empieza a escribirse.

Nuestras madres preocupadas que nos llamaban a cada rato y el "ya vamos ahorita" y ahorita que era más luego y los besos furtivos a escondidas de tus amigos hacían de la entonces ya noche algo muy lindo.

El retorno a casa entre besos y abrazos y dormir juntitos en el bus, hasta que me desperté porque teníamos que pagar el pasaje y desde allí vigilar tu sueño y mirarte hasta que nos tocó despedirnos antes de hora porque me fueron a ver a la estación y te subiste pronto a un taxi que te llevaría a casita.

A ambos nos hablaron en casa, pero la tarde noche bielera de ayer no la cambio por nada.