Volver

"Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos, van marcando mi retorno..."


Me fui a la playita y en los casi 6 días que estuve por allá pasaron muchas cosas
Rico el sol, el mar, la cerveza, la comida y todo de la vida como para que el paseo familiar sea placentero, caramelito en mi memoria y aparentemente yo en la suya, extrañándonos, descubriéndonos añorados ausentes, descubriendo que “sin saber hemos sabido querernos como es debido sin querernos todavía” Y eso regresé ayer y hoy la vi.


Muchas interrogantes sobre todo ahora que ella es de ella y de nadie más y sin saber cómo iba a ser nuestro reencuentro, no se pareció en nada a lo que yo pensaba, nada de nada le di un fuerte abrazo y recién en el bus ella me besó, recorrimos varios trayectos cumpliendo misiones, mandados.

Fuimos a comer donde muchas veces comimos en nuestra época romántica y nice, digamos que comimos en nuestro lugar preferido, conforme se terminaba la comida dialogamos sobre muchas de nuestras interrogantes, sobre el definir qué somos, qué esperamos, qué queremos del otro y nadie atinó a decir más de lo que ya se ha hablado antes, volvimos a quedar de acuerdo en que hay algo muy fuerte que nos une que no es sólo atracción, más claro nos queremos y necesitamos y por qué no decirlo nos tenemos ganas.

Luego fuimos a comprar un libro con la ayuda de la maga bibliófila, estuvo bacán el momento, pero lo mejor llegaría más tarde al decidirnos a ir por unas cervezas al Lennon, ocupamos la misma mesa donde nos declaramos nuestro amor en clave hace más de dos meses y donde nos comimos a besos a escondidas aquella tarde noche quítense de hace ya algún tiempo, esta vez nos reímos mucho, coquetería que iba y venía y no había nadie, de repente no sé si animado por las cervezas o por todo el tiempo de no vernos o el mero hecho de extrañarnos comencé a besar sus hombros descubiertos y su espalda y así fue como descubrí algunos puntos interesantes de su anatomía y desperte por primera vez sensaciones dormidas en su ser y luego llegó el momento donde mis labios y mi lengua pedían sus pares complementarios y la besé a lo bien con ganas, y me besó y nos besamos y Wow! (qué exagerado el man dirán)

No tienen idea cómo había extrañado esa boca, aquella de los labios finitos, la boca de pequeña la besadora y torturadora. Nos acabamos las dos jarras de cerveza y volver a casa como dos enamorados en el bus, yo la abrazaba y ella recostada en mi jugando con sus manitas bajo mi camiseta, adoro la sensación de sus caricias felinas debajo de mi camiseta recorriendo mi torso, fui tan feliz, aún cuando mi vejiga comenzó a recordarme que la cerveza debía ser evacuada.

Escuchamos música en su celular y cantamos juntos y fue bacán, luego caminamos a casa y oh! sorpresa ya no sólo mi vejiga estaba por estallar, mi riñón izquierdo igual, sin embargo hubiese sido re mata pasiones contárselo así que me aguanté como los machos, aún cuando nos detuvimos un par de ocasiones para encontrar temitas en su reproductor de música, hasta que hallamos Amanece Madrid de la Mosca con su coro “no no no, no mi amor, si se te rompe el corazón no he sido yo” y sería acaso que me quería dar un mensaje o era para ambos o qué no entendí, probablemente sea pura paranoia amorosa.

Bueno la subida a su lado fue hermosa como siempre salvo la incomodidad que me impedía caminar con más soltura, no hubo más besos, solo una despedida amistosa como las que suceden siempre afuera de su conjunto. Y bajar a casa flechado para evacuar, pa que vean lo que uno se aguanta por amor, no sin antes preguntar si ya entró a su casa y saber que estaba bien, le noté rara, luego más tarde le escribí y estuvo más rara aún con un solo mensaje en el que me pedía que no desaparezca y no he sabido más de ella desde las 7 y 30 y ya han pasado tres horas y tres mensajes que le envié y no he tenido respuesta, tal vez eso quiera decir que dejaremos de dormir juntos como lo hemos hecho desde hace varias semanas y no se tal vez estaba cansada y se quedó dormida o mejor no pensemos más y no puedo dormir, estoy cansado y todo pero no puedo dormir, no solito, no sé qué sucede, esperemos saber de ella pronto que ya la extraño desde ya y una vez más cito al maestro Sabina al concordar con que “lo malo de los besos es que crean adicción”

Y bueno eso básicamente

0 lo que dixe la gente: