La previa de la gran batalla

Menos de un día para viajar y full cosas en la cabeza, un montón, trataré de evitar escribir esto como para ti porque es un texto para mí necesito desahogarme. De repente no se qué me sucede, desde levantarme y ver a mi celular me siento raro, no sé qué me pasa, ansiedad estrés y varias cosas que caminan en mi cabeza entre ellas tú y bueno que ya no quiero pensar en ti o por lo menos hoy no más, porque no me siento pensado por ti.

Evito la moreleidad y veo un partido de rugby en la mañana, aparte supongo que estas dormida todavía después de la farra de ayer, espero que estés mejor de tu aflicción mientras estudio la nueva posición que me tocará asumir en la batalla del sábado y domingo. Te escribo y no recibo respuesta y bueno supongo estarás dormida todavía y comienzo la investigación en internet para entender mi nuevo rol. Pasan las horas y salimos con mi ma a buscar algunas cosas necesarias para el viaje.

Aprovecho que estoy solo un instante y te llamo y tú contestas y apenas hablas y te noto feliz pero distante redistante, que estas desayunando y hablaremos luego. No sé qué pasa pero no quiero hacerme juicios en la cabeza que me causen conflictos y que vamos a ver precios para que compare con los de Colombia y vea si compro algo allá y esto de ver precios y tontear me molesta y me malgenia full. En eso que llega la convocatoria del club a reunirse hoy tarde a bajar los nervios con los panas y charlar y d’accord todo bien ahí nos veremos a las 6. Y después de millón vueltas y pasada la mañana entera encontramos lo que buscábamos y vuelta a casa.

Te llamo y otra vez rara que me llamas luego me dices y me voy pensando en que pasa a la administración del conjunto a probar el nuevo proveedor de internet y bajo y regreso con una cara de malgenio única ¿qué diablos me pasa? Regreso y a arreglar la mesa y preparar todo pal almuerzo y pensarte y no tener idea del por qué no me llamas. Y chateo con amigos de hace tiempos y me fresquéo y sonrío hasta que me estoy sentando a la mesa y me dice mi mamá “ah cierto te llamó una chica cuando estabas abajo” y bueno ya que espero a acabar de almorzar mientras pasa el tiempo y se pierde la tarde y mi temor de no verte antes de partir que me devora y te escribo desde el internet y te digo que me avises por fa cuando estés desocupada para llamarte.

Y sigo escribiendo estas líneas y no sé qué me pasa pero ando medio blue, medio bajón, medio preocupado, medio asustado, medio estresado, medio mudo y te extraño.
Volviendo a la batalla me tengo fe y sé que los hermanos confían en su capitán para llegar a la victoria y eso me motiva pero me abomba al mismo tiempo la responsabilidad, si supiera que cuento contigo a mi lado, y suena el teléfono y espero que seas vos y no eres tú la de la llamada y dejo de escribir porque ya no puedo, ya no quiero.

0 lo que dixe la gente: