De caramelito, la suerte y la clasificación

Desde la tarde del martes todo ha vuelto a la normalidad, los trayectos a casa, las sonrisas, los abrazos las cosquillas y los juegos.

Ayer miércoles se entrenó con fuerza y luego quedamos en vernos con caramelito, fuimos a ver la entrada pal partido de Liga de hoy y aproveché la tarde para llevarle a conocer el cubil de los socialitos, un sitio muy importante para mí y el olor a café que le encantó de entrada y una más de esas tardes hermosas que se cerraron en una despedida a los pies de su casa con un atardecer de un cielo azul maravilloso.

Jueves deportivo.
Basketball en la mañana y las primera sorpresa encontrar a caramelito y recibir un fuerte abrazo antes del juego y verle tomarse fotos con mi celu y escucharla durante el juego, aún cuando no haya visto mi anotación y la respectiva dedicatoria.

Y luego mi debút en el volley de 6 con unos genios de ese juego, se ganó y sin cansarse, fue medio cómico el asunto. Vuelta a casa y a esperar la llamada de caramelito pa ir a la cancha.

Ya se acerca la hora y me pides que te lleve unos finalines pal dolor de cabeza y bajo a la cancha que ya se está llenando y solo a la llegada ya siento los nervios, juemadre el partido más importante en la historia de Liga, en esas pequeña me dice que ya mismo sale pa la cancha y bueno todo bien hasta que llego al estadio y descubro que movi no tiene señal, chiiiinnn! y ahura se fregó, cómo me comunico pa ver como se hace y subo lo más alto que puedo en el estadio y un amago de señal aparece y no se me conecta la llamada.

Loco por ella lo que sea y de uno en uno pregunto si tiene porta y que no sea malito que me venda un minutito a movi y un gordito saca la cara solidaria liguista y me presta su celu y hablo con caramelito y le digo que le espero de la entrada a la bandeja sur pegadito a las mallas, el que espera desespera más aún cuando un porsiacaso no servirá de nada si no tengo señal así que me voy hacia el torno de la entrada a ver si o tengo señal o le espero ahí y caramelito que llega y el trueque de las medicinas por una coca cola y paz y alegría y con mi muñeca de la suerte nada puede ir mal.

Buscamos lugar y la plena ya no hay mucho pero nos acomodamos, me entran los nervios y pequeña se encarga de apaciguarlos, saltan los cuervos a la cancha, salta Liga a la cancha y abrazados empezamos a vivir la fiesta, y se arma un partido bravo Liga marca a la mitad del primer tiempo y la estrecho entre mis brazos fuertemente luego de haber gritado el gol hasta el cielo. Acaba la primera etapa y entre juegos y abrazos se rompe la sequía de besos y es tan lindo, hablamos de la suerte que me trae y a Liga.

Segundo tiempo nos empatan pronto y los nervios afloran en su mayor intensidad, el balón que no entra y caramelito que compara el sufrimiento con el de la camiseta de sus amores y me calma a besitos y trata de manejar mi ansiedad y tiene de hecho bastante exito hasta que se acerca el final del partido y ambos pensamos en los penales y me dice que si nos va mal se sentirá pésimo y bueee el árbitro pita el final del tiempo regular, corre caramelito a comprar un tabaquin y le digo que todo va a estar bien que con ella nada puede salir mal y empiezan los penales y el intercambio de goles, hasta que el barcelonista se pega un atajadon y desequilibra la tanda que la cierra con todo exito el paquete.

Vuelven los abrazos y en la lluvia de fuegos artificiales, ambos nos recordamos de nuestros amigos cánidos que deben estar chillando del susto y nos sonreímos y no puedo evitar besarla y agradecerle por la suerte, por estar ahí, por entrar en mi vida, por todo y se que me muero por ella y cada día descubro más su genialidad.

Seguimos abrazados en una noche que se muestra fría pero tiene ese calorcito que te da la victoria pero más que nada el ver que la suerte nos acompaña, que la magia existe y que nuestras sonrisas lo pueden todo y volvemos felices a casa tomados de las manos, haciendo el trayecto final de todos los días y nos despedimos con un fuerte abrazo y un te adoro mutuo hasta nuestro próximo encuentro.

Y me voy a casa musitando "Qué alegría que alegría, olé, olé, olá" y el aire se vuelve liviano y los pies ligeros para llegar a casa y decirle que llegué bien a casa, con esta alegría tan grande del corazón por haber disfrutado de una gran tarde con mis dos amores, Caramelito y Liga. Y que venga el que tenga que venir, que pase lo que tenga que pasar pero no me importa que con caramelito de mi lado la vida es más linda.

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