Bitácora del capitán

Día 26, mañana gris y fría que empezó con problemas, más bien con la previa de la despedida final que será el lunes supongo, con el corazón triste. Se buscó ayuda en la maga bibliófila y el druida trovador, la verdad que il capitano sabía que no necesariamente iba a escuchar lo que él quisiera, pero recibió palabras de aliento de ambos sabios personajes y salió a enfrentarse al mundo sin ella sin la suerte que ella le daba, de hecho en la mañana estuvo al borde de ganarse una golpiza grupal por unos adversarios, de veras que estaba mal, adolorido en su amor propio y en su corazón. A pesar de que el golero impresionante estuvo presente se tornó violento quizá inconscientemente buscando una golpiza merecida por su baja actitud, porque a pesar de todo la cantidad de alcohol no exime de culpa.

Luego viajo el capitán a encontrarse con la tripulación y se encontró con su banda de amigos, molestos algunos por no haber ido el día anterior a la charla técnica, por tener actitud de cítrico dulce. Al principio le molestaron incluso pero luego al entender que era serio su dolor lo ayudaron a combatirlo en césped y lodo, y el capi bromeo con los muchachos y chanceó a algunos porque a veces para sacarse el dolor hay que tratar de reír y eso es parte de la esencia del juego caer y levantarse y el poder sanador de la risa obro en la mañana y tarde, sin sacar a la princesa de la cabeza.

Luego se procedió a hablar de la jornada épica que se viene y del grupo en sí y recordó el capitán de que se trata el rugby, la filosofía de caerse y levantarse y entendió que con la ayuda de todos los compañeros saldrá adelante y todo volverá a su curso normal y el Profe le brindó al grupo en general palabras de aliento y explicó al fin porque era yo el capitán y no otro, puso de ejemplo un montón de cualidades que uno tiene y que a veces las pasa de largo o no cree que son percibidas.

Claro que unas cervezas y tequilas también amenizaron la reunión y el vodka y el estar con los hermanos juntos para las que sean fue genial, gracias muchachos y tranquilos que el capitán no va a abandonarlos hoy más que nunca, por lo que se viene y porque no podemos dejarnos morir, aunque nos duela el amor porque duele y si me caigo en Pasto les hago caer así que no sucederá cuenten con su capitán, que sigue con ustedes y gracias a ustedes.

*Nota aclaratoria este texto debió ser publicado ayer a la noche pero el cansancio pudo más que en plena escritura me dormí un par de veces así que lo dejé para hoy.

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